martes, 20 de octubre de 2009


Bien
Lo acepto.
Mido 1.60.
Y si.
Me sobran dos kilos.
Y bueno...
No tengo un color de pelo definido. Cuando me preguntan por mi color natural, nunca sé qué decir. La gente se queda mirando mi cabeza y se ponen nerviosos, lo noto.
No tengo los dientes blancos como los anuncios de la tele, así que no tengo una sonrisa colgate. Pero casi.
Ah.
Cierto.
Mis dos perfiles dejan bastante que desear.
Es por culpa de mi nariz.
Está bien,
mi cutis es un asco.
Y no,
no uso maquillaje.
¿Pero saben qué?
Tengo unos ojos increibles.
Unas manos casi perfectas.
Curvas.
¡Señores!
¡Tengo curvas!
Y las bubis están en su sitio.
Y había olvidado lo guapa que soy cuando sonrío.
Había olvidado que a mí también se me iluminan los ojos cuando me enamoro de la vida.
Había olvidado eso,
lo mucho que me encanta vivir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajaja me encantó el tono con que se va haciendo la descripción de cada cosa

sobre todo lo de "¡Señores!" jajaja